miércoles, 2 de mayo de 2012

Amanecer de los muertos (Z. Snyder, 2004)



La opera prima del realizador estadounidense Zack Snyder (Wisconsin, 1966), ‘Dawn of the dead’ en el original, es un muy afortunado remake del filme homónimo, titulado ‘Zombi’ en España, que el neoyorquino George A. Romero dirigió en 1978, diez años después de su debut con la seminal ‘La noche de los muertos vivientes’ (Night of the living dead).

El guión, obra de James Gunn, adaptando el original escrito por el propio Romero, tan sólo sigue las líneas troncales de su antecesor, como que en ambos la mayor parte de la acción transcurra en un centro comercial abandonado que los protagonistas usan como reducto mientras soportan el embate de los zombis. Salvando este referente, todo lo demás es diferente, si acaso la cinta que nos ocupa puede considerarse un homenaje a su precursora.

La cinta comienza de la mano del personaje de Ana (Sarah Polley), que concluye su jornada de enfermera en un hospital, vuelve a casa con su marido y a la mañana siguiente, sufre en sus propias carnes y las de su propia familia contagiada que una virulenta plaga de zombis asola la ciudad sin motivo ni explicación aparente. Huyendo entabla relación con otros personajes, como el policía Kenneth (Ving Rhames) y Michael (Jake Weber), que se ven obligados a guarecerse en el dichoso mall ante el empuje zombi. Allí, junto a los guardas de seguridad y otros huidos, resistirán y buscarán una vía de escape. 

Entre las diferencias más significativas con el precursor romero, las hordas zombis, dotadas de una velocidad inusitada, más propia de estos tiempos desbocados que padecemos y que hacen palidecer la rigidez propia del rigor mortis que limitaba a los primigenios y más clásicos zombis de Romero.

Pero este carácter animoso no implica que la cinta vaya a discurrir por los derroteros más propios del desbocado cine actual plagado de f/x sino, y esto es muy de agradecer, todo lo contrario ya que la cinta mantiene el regusto de cine B donde el omnipresente terror zombi está ahí fuera y precipita los acontecimientos pero tienen mayor enjundia las relaciones entre los propios humanos, pues el hombre es el peor enemigo de su especie y en un entorno hostil es donde estas pulsiones y desequilibrios humanos se hacen más patentes. Mínimos apuntes sociológicos sin mayores pretensiones ya que la cinta sobre todo es un muy disfrutable coctel de aventuras y correrías huyendo de la plagas zombis trufadas del desparpajo hemoglobínico a raudales que la ocasión merece.


Calificación: 3.

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